El periodo que estudiaré se sitúa durante el primer lustro de la década de 1990, periodo poco estudiado en comparación con otros del movimiento estudiantil 1 Sin embargo, la resistencia a la LES fue un hecho político que intentó poner en jaque los intentos de reforma que se trataban en el Congreso Nacional: los sediciosos, tal y como los llamó el presidente de la Nación, lograron bloquear por un breve periodo el tratamiento de la Ley y el funcionamiento del Congreso.
En algunos países del cono sur y en especial en la Argentina, el comienzo del siglo XXI se inició con lo que algunxs autores denominaron crisis de hegemonía del proyecto neoliberal. Dentro de dicho escenario se construyó una explicación y una narrativa vinculada con la resistencia de los denominados sectores subalternos que dentro de su generalidad se analizaron en acción a partir de otra categoría bastante genérica: los llamados movimientos sociales. Dicho nuevo sujeto del cambio social, complejo novedoso y heterogéneo, se analizó de forma general como parte de un colectivo de resistencia.
Muchos de esos llamados movimientos sociales apoyaron y plantearon reformulaciones críticas a dicho esquema, lo que en algunos casos llevó a la consolidación de gobiernos democráticos que tanto en Argentina como en Brasil, albergaron algunas de las reivindicaciones planteadas por dichos colectivos . En el caso argentino constituyeron de hecho un programa que lejos de anular la totalidad de las reformas llevadas adelante en los ´90, supuso más bien medidas pragmáticas para la vuelta a un capitalismo normal en un contexto de crisis política posterior al 2001 (Petras & Veltmeyer, 2005).
Algunos de los testimonios recopilados en las entrevistas aquí presentadas muestran el variopinto abanico que tuvieron en la constitución de ciertas elites políticas de la resistencia en el devenir posterior: quienes participaron de la resistencia a la LES han sido estudiantes sin afiliación política, pero también algunos que actualmente militan en partidos de izquierda, y otros que se incorporaron a las filas de quienes gobernaron a partir de la crisis del 2001.
Mi pregunta inicial está guiada en parte por los límites que este tipo de análisis han planteado a la hora de comprender cómo la experiencia reforma el contexto sobre el cual los sujetos actúan y cómo interactúan al mismo tiempo los contextos locales dentro de un proceso de reformas educativas que se dieron asimismo en muchos países occidentales en el que hasta la década de 1990 la educación superior había formado parte del universo de derechos sociales propios de los estados de bienestar. En el caso británico, las reformas y el avance de la privatización de la educación superior se plantearon en la misma época que en la República Argentina, para citar un solo paralelismo. ¿Qué rasgos de tensión local – translocal permiten entender que en la Argentina hubiera una resistencia masiva de la mayoría de los estudiantes del país hacia estas políticas? ¿Cuál fue el impacto de la resistencia a la LES?
Bohorquez (Bohorquez, 2018) sostiene que la historia global debe dar respuestas a grandes preguntas. Y creo que la micro historia global a través de la oralidad, de la historia de las personas, pueden arrojar nuevas luces sobre un conflicto poco historizado, solapado bajo el gran paraguas de esa categoría poco asible , los sectores subalternos. Del mismo modo, quizás permita construir un puente narrativo hacia una forma de comprender lo local en clave global: los entrevistados no son ni más ni menos que sujetos que lidiaron con las consecuencias de causalidades globales a una escala translocal. Sus acciones parecen haber estado configuradas por una convergencia de procesos a escala translocal que afectaron de forma diferente al estudiante universitario de cada región del país y al mismo tiempo, los unió en una lucha de resistencia nacional donde la construcción de la identidad estudiantil los atravesaba como colectivo y los condicionó operativamente al amenazar directamente la posibilidad de continuar sus estudios de concretarse el arancelamiento.
La categoría estudiante entendida en un contexto atravesado por condicionamientos económicos y políticos propios de la región permiten entender dinámicas que no se limitan a lo local ni tampoco se oponen a este. Veremos que en el caso de la resistencia a la LES en la Universidad Nacional del Comahue, se han dado dinámicas similares a las que encontramos en Chile con el gran movimiento estudiantil que inició el levantamiento popular en 2019.
El archivo sobre las tomas universitarias puede ser útil asimismo para comprender continuidades y rupturas tanto en el sujeto universitario como así también en las respuestas estatales a las demandas y la incorporación de éstas en las agendas de los partidos políticos que gravitaron a partir de la crisis de 2001 2
Lo Global y lo local:
Las reformas que venían incluidas como imposiciones administrativas a los países deudores de organismos internacionales de crédito pretendieron una americanización de la universidad reformada en Latinoamérica.
Las fuentes directas de las instituciones que construyeron la perspectiva sobre la que se montó un nuevo universo de sentido discursivo acerca de qué es la educación superior y cómo debía reformarse en América Latina son de difícil acceso, pero de acuerdo a la bibliografía secundaria, existen por lo menos dos cuestiones a tener en cuenta: en primera instancia, la perspectiva que podríamos caracterizar como propia del norte global, de que el sistema universitario tal cual existía en América Latina era deficiente en términos económicos, en tanto estos organismos entienden a la universidad como una institución formadora de capital humano. Por otro lado, la visión de que las sociedades latinoamericanas necesitan una tutela para la transformación de dichos sistemas de educación superior desde una lógica de paternalismo técnico. 3
Otros autores como, por ejemplo, Marcela Mollis (Mollis, 1999), estudian en profundidad otro aspecto dentro del cual puede enmarcarse el conflicto: el de las políticas universitarias y la transformación de la universidad argentina a la luz de las reformas.
Existen contratiempos metodológicos en la perspectiva de la historia global que refuerzan la marginalidad de nuestra región tanto como objeto de análisis como en producción historiográfica. Entre ellos, el uso del inglés como lengua predominante, el peligro de confundir global con moderno. Asimismo existe un potencial instrumental en la historia global en tanto la globalización es un “programa” (Como sostiene Harvey en su Breve Historia del Neoliberalismo,(Harvey, 2007). Paradójicamente, Latinoamérica ha sido en perspectiva cronológica, una de las regiones donde se han experimentado más tempranamente procesos de modernización de las instituciones y los mercados nacionales en pos de una mayor integración financiera a un mundo que iba camino, a partir de la crisis de 1970 (junto con la caída de la URSS en los ´90) hacia la globalización económica actual. 4
Sin embargo, tal cual lo mencionan De Grecco y Schuster (De Lima Grecco & Schuster, 2020), “…actors located in Latin America usually appear as a secondary element in global analyses because this region dos not adapt easily to West/rest dichotomy that is so crucial for the narratives produced under the name of global history “ (pp. 431).
Si bien la historia global no debería ser de acuerdo con Conrad (Conrad, 2016) sólo la historia de la globalización, el potencial instrumental y la necesidad de responder a la pregunta acerca de cómo explicar el presente global integrado en términos sobre todo económicos no debería dejar afuera a nuestra región.
Creo que una posible respuesta acerca de la relevancia de nuestras voces debería dar cuenta no sólo de nuestro gran acervo metodológico, tal cual lo mencionan de Grecco y Schuster cuando mencionan la existencia de categorías de la historia global en la historiografía latinoamericana avante la lettre, sino también de nuestro lugar en el mundo globalizado sobre todo a partir de la década de 1970.
Vinculada con mi propuesta de trabajo la construcción de fuentes de historia oral es un desafío en un periodo y para un colectivo hiper escolarizado que si bien tiene un rol muy activo en la comunidad en general historiza su pasado de forma más tradicional. . En este caso el desafío fue construir fuentes sobre una experiencia colectiva que vincula un fenómeno que a mediados de la década del ´90 era global la experiencia radical de un colectivo de jóvenes.
Foto original de las manifestaciones contra la Ley de educación Superior. UNComahue
El 20 de julio de 1995, el Congreso Nacional sancionó la Ley de Educación Superior (Ley Nº 24.521), de aquí en más LES. (Ley de Educación Superior, 1995) . Entre otras cosas, sus artículos suponían un ataque a la autonomía universitaria en el país en diferentes aspectos, y asimismo, incluyó ambigüedades que abrieron la puerta al desfinanciamiento y el arancelamiento de la educación superior.
En una clara afrenta, el texto de la ley impuso formas de control sobre la autonomía, como por ejemplo la evaluación externa y la posibilidad del arancelamiento.
[… ]Si en principio no es posible rastrear en su texto proposiciones taxativas en pos del desfinanciamiento o que se declaren a favor del arancelamiento, pueden encontrarse en los artículos que la componen indicios, ambigüedades y enunciados laxos que relacionados con su debate dan lugar a sostener las mencionadas afirmaciones. [… ]
[… ]En ese marco, la universidad pública asistió a una campaña mediática llevada a cabo principalmente por cuadros del Poder Ejecutivo Nacional, pero también múltiples actores de la sociedad civil, incluidos intelectuales de diferentes campos y filiación política, que duró más de un lustro y se orientó a dislocar un orden académico sedimentado en una tradición que solapaba conquistas adquiridas desde 1918 a 1965 (autonomía, cogobierno, gratuidad, financiamiento estatal, extensión, etc.), cuando, como advierte Lucas Rubinich, entrada la década de los `90 la universidad pública seguía siendo en la Argentina “(…) un poderoso depositario, a la vez que productor, de expectativas de igualdad” (2001, p. 12).(González, 2012)
Entrevistas.
Diego, Fernando, Jesús y Ricardo fueron estudiantes de cuatro universidades nacionales durante la primera década de 1990 (Mapa Educativo Nacional Dirección Nacional de Planeamiento e Investigación Educativa, s. f.).
Todos ellos participaron en mayor o menor medida de las movilizaciones en contra del arancelamiento de la educación superior que como mencionamos anteriormente, respondía a un paradigma vinculado con concepciones de pretensión universalista impuestas en la agenda de organismos internacionales de crédito que condicionan las agendas de políticas educativas de los países deudores. Entre ellas como ya mencionamos, el concepto de capital humano, el desconocimiento a la autonomía universitaria, la evaluación vinculada al financiamiento, y en general el desconocimiento de tradiciones locales acerca de la universidad como institución civil anclada en una sociedad con particularidades propias.
A menudo, los programas de ajuste fiscal impusieron visiones que se presentaron como globales y pretendieron hacer tabula rasa con las instituciones de aquellos países donde imponían agenda, mediada por élites políticas locales que sostenían programas políticos que debían contentar a los organismos internacionales de crédito.
De las entrevistas recuperamos memorias sobre el conflicto, y aprendizajes vinculados con la encrucijada histórica de los entrevistados: entre las tensiones locales, la identidad supra local, la tradición heredada de la Reforma Universitaria que trascendió las fronteras nacionales hacía 80 años y la resistencia a una política que en ese momento se pretendía uniforme para los países del sur global que debían ajustar la forma histórica de sus estados en pos de conformar a los organismos internacionales de crédito.
En el caso de Diego, quien ingresó como estudiante de la Universidad Nacional de Tucumán (de aquí en más UNT) en 1994, ya en 1992 había participado de movilizaciones en el colegio contra ley federal de educación (primera ley de desfinanciamiento educativo de los años 90).
Fueron eventos locales vinculados con el contexto político general lo que hizo que se movilizara por primera vez como estudiante universitario: el triunfo de un genocida condenado por delitos de lesa humanidad indultado, Bussi, a la gobernación de Tucumán:
“En junio de 1995 fueron las elecciones a gobernador que ganó Bussi, había como una movida propia en Tucumán que tenía que ver con el regreso de Bussi, ya venía trabajando en política hace rato pero bueno esa elección fue como particular porque el tipo la ganó… entonces nosotros sí habíamos hecho como una militancia previa, pintándole algunas paredes algunas sedes … cosas contra la dictadura, contra él y ese tipo de cosas … yo de la ley de educación superior no tenía una gran conciencia incluso durante el ´94, no fue un año de militancia ni de protagonismo …de a poco empecé en el ´95 , me enganché con una chica que era en unos años más grande, a la vez tenía un grupo pero que era un grupo que estaba más politizado y ellos estaban por lo menos un grupo de ese sector y un compañero mío después porque era más grande también, ellos estaban en el comité de lucha contra la ley, ellos como que empezaron a traer el tema de la ley de ahí como que empecé a participar en la movilización Tucumán tuvo un gran protagonismo en la lucha contra la ley, puso un pie en la coordinadora, se tomaron las facultades como en La Plata , había asambleas masivas, tomas…”
En el caso de Ricardo, estudiante de la Universidad Nacional de la Plata, fue la desaparición de Miguel Bru, periodista secuestrado por la policía en 1993 lo que motivó su inquietud:
“ Yo era una estudiante que si bien tenía mucha participación política asamblearia y demás tardé, un cierto tiempo en sumarme a algunas orgánicas …eso sí participé mucho digamos con lo que fue en el año 93 en las marchas y reivindicaciones con la desaparición de Miguel Bru que eso, claro, me marcó un montón porque fue también como un despertar a algunas cuestiones que al menos yo no las tenía…sí un interés político , yo había sido vicepresidente del centro de estudiantes de secundario pero sin impronta partidaria y sin pensar , qué sé yo, la represión policial digamos no la teníamos tan presente …”
En ambos casos emergen como conflictos locales que atravesaban al país vinculados con herencias de la última dictadura militar: los abusos de las fuerzas de seguridad y la teoría de los dos demonios que permitió el indulto de los genocidas durante la primera presidencia de Menem era prueba de ciertas continuidades en las dinámicas de poder que no habían sido del todo modificadas durante la primavera democrática.
Neoliberalismo, liberalismo y resistencia:
En los años 2000, la noción de resistencia al programa neoliberal apareció como consigna abarcativa de ciertas luchas en lo que algunos teóricos sociales llamaron sectores subalternos. A menudo, el sentido común asociado a dicho concepto borra el trazo de cuándo empezó a utilizarse, quiénes lo utilizaban, cómo se difundió, y sobre todo, hasta qué punto estaba presente en el conflicto que estudia el presente trabajo. Para Ricardo:
“Había ciertas discusiones políticas adentro del aula en la universidad, muy críticas, la facultad de periodismo de la UNLP fue muy crítica con las políticas de Menem, pero el término neoliberalismo no sabría decirte, creo que ahí, creo que se usaba más la palabra liberal y liberales, es más de los 2000 que los propios 90 o de fines de los 90 o de fines de los 90”
Para Diego, el concepto estuvo ligado con más claridad a un aniversario que atravesó a toda Hispanoamérica: en 1992 se cumplieron 500 años del comienzo de la Conquista Europea de América.
“Nosotros en el año ´92 o sea en mi quinto año fue el quinto centenario de la conquista de América, justo era el quinto centenario… entonces había como muchos discursos sobre eso y en mi colegio organizó un instituto de la facultad de filosofía y letras que estaba vinculado al PCR y cuando una docente que era vicedirectora de historia …organizó un seminario sobre el quinto centenario con muchos colegios de otros lados, fue como un evento unos talleres sobre colonialismo y ahí creo que escuché la primera vez la palabra que neoliberalismo no sabía muy bien que era …”
No había entonces una noción del todo conformada a priori del neoliberalismo, sino que, en todos los casos, las políticas de ajuste fiscal parecen haber sido entendidas en clave de continuidad de programas liberales ajustadores.
Dichos programas económicos fijan sus raíces en los gobiernos de facto que comenzaron en el Cono Sur luego de los acontecimientos políticos sucedidos en América Latina en la década 1960 y la naturalización de las interrupciones del orden constitucional republicano vía golpes de estado cuyos crímenes, sobre todo a partir de la implementación del Plan Cóndor, atentaban contra los derechos humanos. Ciertos operativos a menudo fueron apoyados por el aparato de inteligencia de Estado norteamericano tal como lo prueban los recientes documentos desclasificados de la CIA y el FBI (Diana Jean Schemo, 2001)
En la República Argentina específicamente, me refiero a los golpes de estado perpetrados contra los gobiernos constitucionales de Arturo H. Illia, (1966) y M.E. Martínez de Perón (1976).
La Lucha contra la LES y la identidad estudiantil:
Los contextos políticos previos a las movilizaciones en contra del arancelamiento universitario fueron diferentes en las universidades de los entrevistados. Fernando era estudiante de la Universidad de Buenos Aires y recuerda los antecedentes inmediatos de la LES:
“Había habido una reunión plenaria del CIN [5. CIN: Consejo interuniversitario Nacional, organismo que coordina y nuclea a los y las rectores de todas las universidades nacionales. ] en Colón, Entre Ríos en el 94 sí, no sé yo lo recordaba como los acuerdos de Colón o algo así… donde ya el CIN que es el consejo de rectores había empezado a hablar sobre reformas necesarias muchas de las que después toma la misma LES o sea por eso no es que los rectores estaban de un lado y el gobierno peronista del otro o sea había una idea común para donde había que ir …el censo se lo veía como acá están preparando el terreno entonces también generó bastante organización y lucha por lo menos en las facultades más movilizada vista estilo y sobre todo Filo”
En la Patagonia, Universidad Nacional del Comahue, según recuerda Jesús:
“… la Universidad del Comahue en aquella época a hoy es distinta… tenía la particularidad de que en la gran mayoría eran hijos de trabajadores de clases medias bajas, porque todo aquel que tiene un poquito de recursos manda a sus hijos a Buenos Aires Córdoba la Plata, entonces tenés un componente de las capitales qué es mayoritariamente hijo de los sectores trabajadores que no son pobres eh, porque son estatales o sea clase media media, y a su vez mucha gente del interior de las provincias… no te olvides que la Universidad del Comahue tenía sedes que iban desde San Antonio oeste en la costa atlántica y Neuquén siempre fue el foco y además con una sociedad muy muy contundente …el día en que se decide la toma de la Universidad se arma una asamblea en donde se da un clásico debate universitario como de 5 horas… 5000 pibes si discutiendo si se tomaba la universidad o se la ocupaba “
Sin embargo, la identidad estudiantil se erigió como manto identitario para la lucha contra el arancelamiento en todas las universidades nacionales, aunque atada a conflictos locales que excedían la agenda universitaria.
Ricardo recuerda:
“Me identificaba como estudiante pero digamos ciertas consignas había por ahí de los años 70 del Cordobazo, de la reforma universitaria, hay una identidad universitaria donde el cantito obreros y estudiantes unidos adelante como que lo teníamos más o menos presente, había una herencia ahí que un poco se activó de la reforma y de los años 70 sí que por ahí a los militantes más activos que se yo …hay un espacio ahí en la plata que es Astilleros Rio Santiago que sus obreros siempre han sido vanguardia de la lucha, alguna vez han estado presentes en la en las marchas por miguel me parece y alguna vez en alguna otra marcha nos hemos encontrado …”
El testimonio de Jesús completa el panorama:
“Neuquén era muy combativo …por ejemplo nosotros llegamos en aquel momento en la universidad conduciendo a la Federación (universitaria del Comahue, FUC) ya te estoy hablando todos años más adelante año 97 98 al tener columnas de 10000 estudiantes …están participando el 80% de los estudiantes de aquel momento era muy muy muy contundente el peso de la universidad y por primera vez se da un acuerdo llamale trabajador estudiantil en donde nosotros hacemos un acuerdo formal con la CTA y la CTA y la FUC forman un bloque social que es la resistencia al avance neoliberal que pretende hacer Sobisch en la provincia …. Además en Neuquén se da un proceso de resistencia dura partir del 95 … nosotros empezamos a participar de todos los procesos con resistencia dura o sea un año después en el corte de puente en donde nosotros somos los primeros en el país en enfrentar a la gendarmería de modo violento…”
Del 95 al la crisis de 2001.
El comienzo de la gran crisis sociopolítica de mediados de la década la recuerda con mucha claridad Diego:
“…la irrupción de los piqueteros como como gran fenómeno social básicamente Mosconi y Tartagal en 97 cutral co en el 95 pero bueno básicamente son Mosconi y Tartagal lo del 97 y en el 98 acá se produce una lucha muy picante que lo pone en jaque a Bussi escándalos de corrupción con agotamiento social del menemismo era cada vez más fuerte y que en el 99 se expresan en el mismo tema estudiantil que empiezan a definirse militante empiezo a ver mucho gente que se suma el Partido Obrero se suma al PCR, a Patria Libre, se está discutiendo una salida política del país que la encara la Alianza como un freno a las luchas que se venían dando, el movimiento estudiantil en realidad más que ir hacia el argentinazo previamente pasa por la alianza y la decepción de la Alianza”
Sedición, fracaso, estallido social y gratuidad universitaria.
Como mencioné anteriormente, la LES fue aprobada el mismo año en que se trató. En ese sentido, fue una gran derrota.
Ricardo lo resume de la siguiente manera:
Imagínate nos sentíamos en la frustración, mis dos grandes participaciones una fue la de Miguel (Bru) que si bien se lograron cosas todavía Miguel [ Bru ] no apareció y la segunda fue ésta… fue una gran frustración cuando se votó la ley, mucha impotencia también el miedo de no saber si uno iba a poder seguir, cuando se implementaba el arancel estaba eso latente …pero yo paré de militar nunca más”
Esta Ley formó parte del paquete de leyes que cambiaron la forma del Estado en la Argentina conforme a los nuevos paradigmas de administración fiscal que se impusieron como generales en la mayoría de los estados capitalistas occidentales a partir de la crisis de los años setenta y sobre todo, a partir de comienzos de la década de 1990.
Dicho paquete de leyes que reformaron el estado sigue en su mayoría vigente, con algunas modificatorias. Es decir, el proceso inaugurado en 2003 con los gobiernos kirchneristas no supuso una reforma estructural del nuevo andamiaje de Estado construido y moldeado a partir de la presidencia de Carlos Menem. Sin embargo, fruto de la movilización estudiantil, nunca se pudo arancelar la educación universitaria en la Argentina. En este sentido, en el año 2015 se introdujo una modificatoria a la LES que garantiza la gratuidad de los estudios de grado universitarios bajo responsabilidad del Estado Nacional.
El consenso acerca de la gratuidad general de la educación superior superó los vaivenes de las crisis económicas y financieras e incluso el quiebre presupuestario del Estado argentino en 2001.
Esto no significa que la Educación Universitaria Argentina sea igual y semejante a sí misma antes de 1995. Los procesos globales que imponen agendas de cambio se encuentran insertados en la estructura de las Universidades de forma más o menos híbrida: los posgrados pagos, la creación de la comisión nacional de educación y acreditación universitaria (CONEAU) y el ajuste presupuestario al que son sometidas algunas de las universidades más grandes del país parece haber impactado en una conformación híbrida donde hubo continuidades y rupturas y donde ciertas agendas de lo que se entiende como educación superior por parte de los técnicos de organismos internacionales de crédito impactan en mayor medida en agencias estatales como la CONEAU.
Las diferencias en las estructuras económico-sociales en cada región del país supusieron asimismo un balance distinto de las huelgas estudiantiles de 1995. Es claro que en Neuquén formaron parte de la agudización del conflicto social vinculado con la desocupación y el movimiento de trabajadores desocupados que comenzaron a organizar piquetes en 1995.
Como recuerda Jesús, el propio Alberto Kohan jefe de gabinete de Carlos Menem, sostuvo en una nota del diario La Nación que “cuando usted tiene que buscar el origen proceso que se están dando en el país [ en referencia al movimiento piquetero] búsquelo en la conducción de la federación universitaria del COMAHUE “.
Por otro lado, los modos de lucha frente a la LES marcaron la forma en la que pueden expresarse el descontento estudiantil, como recuerda Fernando con relación a la toma del Rectorado de la UBA en 2006 por el ajuste presupuestario:
“ bueno pero en el 2006 lo volvimos a hacer /tomar las facultades) contra con el kirchnerismo gobernando y el discurso fue el mismo en eso hay que reconocer a la universidad de la plata que fue la que la que impuso el método de bloqueo …”
Del mismo modo, muchos estudiantes que participaron de las huelgas confluyeron en las agrupaciones vinculadas con el triunfo del kirchnerismo a partir de 2003, en este sentido ciertas elites políticas estatales tuvieron su origen en las huelgas estudiantiles de 1995.
Conclusiones.
El fin de la dictadura militar en 1983 y el retorno democrático encarnaron una primavera universitaria que supuso entre otras cosas el retorno de intelectuales, científicos y estudiantes exiliados a las aulas universitarias, junto con los jóvenes que en los años ochenta comenzaban su vida académica en un marco distinto del de las universidades intervenidas de facto por las Fuerzas Armadas en décadas anteriores.
Dicho sujeto, aparece mencionado en algunos trabajos excelentes y clarificadores como los de Yann Cristal (Cristal, 2018): su trabajo le permite concluir que el movimiento estudiantil potenció el ciclo de protesta social frente al menemismo.
Tanto Cristal como Talamonti (Talamonti Calzetta, 2008) arribaron a la conclusión de que durante el proceso de tomas y marchas se puede ver una reconfiguración del sujeto colectivo.
De la búsqueda de fuentes secundarias, son Yann y Talamonti quienes tienen una aproximación vinculada con la perspectiva de la constitución de un nuevo sujeto que surge en la resistencia a la LES de 1995.
¿Qué falta en la bibliografía secundaria hasta aquí analizada?
Por un lado, no hay respuestas acerca de por qué y cómo el sujeto “estudiante universitario” de mediados de los 90 comienza a desplegar una visión de resistencia frente a las “políticas neoliberales”. ¿Cómo surge ese nuevo sentido común? ¿Hasta qué punto es una reacción y hasta qué punto hay acaso tradiciones de lucha heredadas? ¿Hasta qué punto las imposiciones de los organismos multilaterales de crédito consideraban posible romper tradiciones educativas en pos de imponer un modelo diferente?
Mi hipótesis al comienzo de este trabajo se basaba en la idea de que la resistencia a la LES fue un fenómeno que demostraba la homogeneidad del movimiento estudiantil universitario argentino. El proceso de recopilación de entrevistas me permitió comprender que el nuevo sujeto universitario de la década de 1990 estuvo al mismo tiempo tensionado por conflictos propios de la política local, en algunos casos problemas propios de una democracia que no resolvía problemas heredados de la dictadura militar, conflictos sociales vinculados con las reformas económicas estructurales que generaron en otras zonas del país conflictos de clase mucho más claros y la agenda global impuesta por los tecnicismos de las nuevas agendas económicas.
Como mencioné, al principio de este pequeño recorrido mi hipótesis no se planteaba la heterogeneidad del movimiento estudiantil a nivel nacional. Sin embargo, el proceso político iniciado con las tomas fueron diferentes en cada universidad. Eso permite explicar quizás las diferencias entre cuadros políticos que emergieron de asambleas y movilizaciones a mediados de los noventa, en un espectro político que alcanza desde la social democracia, movimientos vinculados al peronismo y la izquierda en todo su amplio espectro desde el PCR hasta partidos trotskistas como el MST. Ellos llevaron adelante una alianza amplia que ganará el frente de la Federación Universitaria en plena crisis del gobierno de De la Rua.
Entonces, la forma en la que muchos sujetos lidiaron con las transformaciones translocales del periodo tuvieron que ver con el comienzo de un recorrido de militancia que forma parte de un abanico híbrido en las elites políticas argentinas hoy: muchos de ellos se incorporaron a partidos que estuvieron y están en el poder y otros a organizaciones sociales y partidos de izquierda que participan también de elecciones pero que son críticos de muchas de las políticas llevadas a cabo a partir del 2003. La educación universitaria hoy contiene elementos propios de los estándares impuestos por la agenda de los tempranos noventa a y al mismo tiempo fruto de la movilización estudiantil de 1995, sigue siendo productora de expectativas de igualdad en la sociedad argentina.
- La hipótesis que responde a este desdén es que en general el movimiento estudiantil argentino reciente es estudiado en clave nacional con recortes temporales que sitúan el conflicto estudiantil con relación al auge de las organizaciones estudiantiles revolucionarias de los años sesenta y setenta, la fuerte represión de los años de hierro que comenzaron con la intervención de Onganía y culminaron con los crímenes del última dictadura militar y luego el periodo democrático donde la conflictividad estudiantil no parece ser analizada como un rasgo sobresaliente ni importante en la política interna. ↩
- La historia universitaria argentina es un rincón bastante explorado por la historiografía nacional y regional. En primer lugar, por el insoslayable impacto que tuvo la reforma que nació en la Universidad Nacional de Córdoba en 1918 y que impactó en la forma de la universidad en el resto de América latina. ↩
- Relacionado con esto, Tomunsk (Tomusk, 2002) logra en su trabajo poner en contexto la teoría acerca del capital cultural y el capital humano en el universo de posibilidades que dieron a luz a una clase capitalista transnacional que se consolidó a partir de la década de 1990. La forma en la que se construyó dicha teoría del capital humano en los documentos del World Bank y el IMF no son de fácil rastreo. En general, se encuentran disponibles para la lectura pública documentos genéricos que sólo nos permiten aseverar cuál era la perspectiva acerca de la necesidad de reformas para América Latina y confrontarlo con la visión cuasi antagónica de la UNESCO acerca del rol de la educación en las sociedades contemporáneas para el desarrollo de la ciencia y sociedades más democráticas. ↩
- “…it started in the 1970s in three of our five areas: trade, financial liberalization and tax reform, and it was confined primarily to Chile, Uruguay, Argentina, and Colombia. These early reformers are responsible for virtually all of the rise in the trade and financial reform indexes during the 1970s. In this period there was also a rise in the tax reform index which reflects the adoption of value-added tax systems in quite a large number of countries.” (Indexes of structural reform in Latin America, Morley et Al., 1999) ↩